TERCERO CONTABILIDAD A.
El escandoloso grupo que merodeaba las esquinas vendía esta especie de jaulas.
El día que empezó a faltar el aire, pusimos el grito en el cielo (en el pedazo que aún quedaba) nadie contestó.
Los vendedores aprovecharon ese silencio para juzgarnos. Enfardadoras y cortadores, sentenciaron que la inesperada bonanza de envidia provocada por su negocio, era lo que tenía agitado al mundo.
Sólo dejaron para el uso de todos, el cielo de las iglesias.
Autor: Charles Baudelaire
LA SOLEDAD
Un gacetillero filántropo me dice que la soledad es mala para el hombre; y en apoyo de su tesis cita, como todos los incrédulos, palabras de los padres de la Iglesia.
Sé que el Demonio frecuenta gustoso los lugares áridos, y que el espíritu del asesinato y de la lubricidad se inflama maravillosamente en las soledades. Pero sería posible que esta soledad sólo fuese peligrosa para el alma ociosa y divagadora, que la puebla con sus pasiones y con sus quimeras.
Cierto que un charlatán, cuyo placer supremo consiste en hablar desde lo alto de una cátedra o de una tribuna, correría fuerte peligro al volverse loco furioso en la isla de Robinsón. No exigiré a mi gacetillero las animosas virtudes de Crusoe; pero le pido que no entable acusación contra los enamorados de la soledad y del misterio.
Hay en nuestras razas parlanchinas individuos que aceptarían con menor repugnancia el suplicio supremo si se les permitiera lanzar desde lo alto del patíbulo una copiosa arenga, sin miedo de que los tambores de Santerre les cortasen intempestivamente la palabra.
No los compadezco, porque adivino que sus efusiones oratorias les procuran placeres iguales a los que otros sacan del silencio y del recogimiento; pero los desprecio.
Deseo, ante todo, que mi gacetillero maldito me dejo divertirme a mi gusto. «Pero ¿no siente usted nunca -me dice, en tono nasal archiapostólico- necesidad de compartir sus goces?» ¡Miren el sutil envidioso! ¡Sabe que desdeño los suyos y viene a insinuarse en los míos, el horrible aguafiestas!
«¡La desgracia grande de no poder estar solo!...» -dice en algún lado La Bruyère, como para avergonzar a todos los que corren a olvidarse entre la muchedumbre, temerosos, sin duda, de no poder soportarse a sí mismos.
«Casi todas nuestras desgracias provienen de no haber sabido quedarnos en nuestra habitación» -dice otro sabio, creo que Pascal, llamando así a la celda del recogimiento a todos los alocados que buscan la dicha en el movimiento y en una prostitución que llamaría yo fraternitaria , si quisiera hablar la hermosa lengua de mi siglo.
PUBLICADO POR: QUIÑONEZ KEVIN.Si alguien llama a tu puerta, amiga mía,
y algo en tu sangre late y no reposa
y en tu tallo de agua, temblorosa,
la fuente es una líquida de armonía.
Si alguien llama a tu puerta y todavía
te sobra tiempo para ser hermosa
y cabe todo abril en una rosa
y por la rosa desangra el día
Si alguien llama a tu puerta una mañana
sonora de palomas y campanas
y aún crees en el dolor y en la poesía
Si aún la vida es verdad y el verso existe.
Si alguien llama a tu puerta y estás triste,
abre, que es el amor, amiga mía.
del más grande e ignoto mar;
y si al son de su arrullar
en jardín te convertiste,
soberana en sus empeños
nuestro Dios formó un pensil
con tus bellas Guayaquil,
Guayaquil de mis ensueños.
Si a tus rubias y morenas,
que enloquecen de pasión,
les palpita el corazón
que mitiga negras penas,
con sus ojos verdes mares
o de negro anochecer,
siempre imponen su querer
Guayaquil de mis cantares.
Porque tienes las princesas
que fascinan al mirar
y que embriagan al besar
con sus labios de cerezas,
te reclamo las dulzuras
con que anhelo yo vivir,
para nunca más sufrir,
Guayaquil de mis ternuras.
Y al mirar sus verdes ojos
donde mi alma anhela estar,
prisionera cual el mar;
o al hundirme ya de hinojos,
en las noches con fulgores
que sus ojos negros son,
te dirá mi corazón:
Guayaquil de mis amores.
Escritor sin ángel de la guarda. Degradado, autoafamado, subdesarrollado. Escritorino colega del gallinazo. Sentimental. Apto para cualquier encargo. Escritor sin obra, sin amada, sin editorial, sin alma gemela, sin lector, sin periodista. Escritor sin retrato al óleo, sin fotografía, sin partidarios. Sin contrato, sin premio, sin el aprecio de los conciudadanos. Sin columna dominical, sin pan de San Antonio, sin carnet profesional. Escritor lívido, vela junto al féretro marginal, sin derecho al parte de la boda, sin membresía, sin condecoración edilicia. Sin infancia, sin motocicleta, sin visa, sin rebaño, sin clase de cívica, sin seguro dental, sin carta de recomendación. Escritor sin poemas en antologías, sin entrada en diccionarios, sin caricatura, sin invitaciones a los clubes de lectura. Escritorzuelo ausente en la página web. Escritor de segunda, de adorno, de dudosa procedencia.
| Vela: tela utilizada en un barco para moverse aprovechando el viento |
| Vino: bebida proveniente de la fermentación de la uva |
| Cerca: obstáculo |
| Nada: vacío / ninguna cosa |
| As: persona sobresaliente |
| Aro: del verbo arar |
| Alear: mover las alas |
| Amo: dueño |
| Armando: del verbo armar |
| Balde: en vano |
| Bobo: persona distraída |
| Barro: tierra /arcilla |
| Cura: del verbo curar / medicina |
| Cólera: enojo |
| Sal: imperativo del verbo “salir” |
| Lista: enumeración escrita |
| Río: primera persona del verbo “reír” |
| Jota: danza española |
| Borrador: primera versión de un escrito |
| Pila: batería |
| Bota: presente del verbo “botar” |
| Gata: animal felino |
| Argos: animal mitológico vencido por Hermes |
| Alpaca: metal blanco parecido a la plata |
| Baba: ciudad ecuatoriana |
| Cola: pegamento para madera |
| Coma: estado vegetativo de un enfermo |
| Dementar: recordar mencionar |
| Dona: alimento redondo de harina |
| Granada: Ciudad de España |